La televisión peruana se aloja en la vida de cada televidente dispuesto a prenderla y verla. Cada canal con sus respectivos programas amena o estremece nuestros momentos de distracción. Los momentos son muchos, pero no muy diferentes. Se observa que el esquema televisivo en cada canal es similar, poniendo en juego una dura competencia de raiting. ¿La televisión habrá llegado a una recesión? ¿Las ideas se acaban? Lo que se debe iniciar es una innovación televisiva, la cual llevara a una mejor calidad en el contenido de los programas, un nuevo comienzo para definir las reglas claras desde el inicio y embelesar la visión del mundo de la televisión.

La programación en general se distingue en 4 ejes principales:

1. Los infaltables noticieros: Estos nos levantan con historias de política, delincuencia o un evento digno de ser compartido con los demás; y nos despiden el día con la repetición de sucesos o la continuación de otros.

2. Los segmentos de espectáculos: Estos comentan las situaciones de amor del ambiente farandulero, las desgracias y felicidades de personas del medio televisivo, establecen deducciones con sustento muy creyentes y a veces discuten sobre el futuro de los protagonistas, como si tuvieran los poderes de un zahorí. Estos programas informan detalles de vidas que no conocemos personalmente, pero que nos gusta usar en un duelo de sabiduría farandulera.

3. Los programas de entretenimiento de las tardes: Estos son inevitables de ver, poseen un buen horario, una gran colaboración del canal y la simpatía necesaria para captar rápidamente la atención de los televidentes. Usando al amor de personajes conocidos como una fuente de juventud, renuevan lazos con el televidente, el cual ve una historia de sentimientos privados que algunos desearían vivirla o verla en persona. Por otro lado, la creatividad de juegos y la dificultad de estos tienen una tendencia decreciente: no se pueden pedir más a los jugadores, las ideas nuevas se escapan y la originalidad de usar otros métodos debe surgir.

4. Los programas integrales: Son los espacios televisivos que impresionan a la audiencia con talentos o experiencias desde un punto distinto al anterior como el canto, la risa o la educación. Algunos son populares y son tendencia por su singularidad, mientras que otros mantienen al aire sus ideas con un margen variable de teleaudiencia.

Ver la televisión es una manera de separarse del entorno físico y sumergirse a un mar de información guiado por la ruta de otros. Los momentos de sosiego en familia deben ser compartidos con programas de diversos temas: desde infantil, animado, musical, deportivo, educacional hasta jaranero y compuesto de más películas. No solo repetir lo anterior, cambiar de nombre y modificar los detalles.

Se debe buscar la innovación, demostrar al televidente que si es importante y es dueño de lo que puede escoger en una gran gama de opciones. La diversidad de programas dará inicio a un nuevo dinamismo de la televisión junto a una teleaudiencia que espera este hecho desde hace mucho tiempo.

PD: Si me gusta ver televisión.